Comités Antichinos y la promulgación de leyes contra Chinos (Xenofobia y Racismo)

Los comités antichinos de los años 20 buscaban la prohibición absoluta de los migrantes chinos principalmente en los Estados del Norte, con campañas nacionalistas y con tintes racistas y xenófobos por qué argumentaban que los chinos se quedaban con los trabajos y el desempleo para los mexicanos era culpa de ellos.

En Hermosillo en el año 1922, había dos casinos que funcionaban como centros de reunión de los dos grupos confrontados donde había prostitutas y se consumía opio: el de la logia masónica Chee Kung Tong, llamados Tong, bajo el mando de delegados y comisarios del gobierno chino, que tenía su sede en la calle Garmendia, y el del Partido Nacionalista Kuo Ming Tang, que luchaba para ganar el poder para su fundador Sun Yat Sen y lo tenían en la calle Elías Calles. Ambos grupos se odiaban y se hacían la guerra no solamente comercial sino con grupos armados.

Los comités nacionalistas antichinos supieron aprovechar lo sucedido por los enfrentamientos entre los grupos para ejercer más presión contra ellos.

La guerra de los Tongs ocurrida en Baja California y

Sonora entre 1922-1923 agravó aún más el encono contra los chinos en México, pues reforzó esa imagen como seres violentos y mafiosos, practicantes del tráfico de drogas y corruptores de diversos funcionarios públicos. Los chinos se denunciaron unos a otros, lo que provocó que e presidente Álvaro Obregón (1921-1924) los percibiera como extranjeros perniciosos para decretar su expulsión del país con la aplicación del artículo 33 constitucional.

De esos hechos se logró segregar a los chinos en barrios especiales (ghettos), prohibiéndoles el comercio de comestibles, con lo cual se protegería al consumidor nativo de posibles contagios de horribles enfermedades.

Los chinos, sus costumbres y su modo de vida podrían convertirse en focos contaminantes de la salud pública y de las buenas costumbres.

También los grupos antichinos proponían bloquear las uniones sexuales de hombres chinos con mujeres mexicanas para evitar así a la raza mexicana, seguras degeneraciones genéticas y estéticas. Los chinos, se afirmaba, engendrarían hijos con las mujeres mexicanas más humildes, hijos que por sus limitaciones raciales-genéticas, resultarían una población inadecuada para encaminar a México hacia la modernidad. Los chinos, considerados como una raza heterogénea respecto a los pueblos de origen europeo, estarían tan degradados como los indígenas mexicanos debido a lo cual, de reproducirse entre sí, entorpecerían el progreso nacional.

En 1923, tras acusar a los chinos de apoderarse del empleo de los sonorenses, contagiar de enfermedades y degenerar la raza, el Congreso de Sonora aprobó en diciembre dos leyes que hasta la fecha son consideradas las más racistas, discriminatorias y xenófobas de México.

El 8 de diciembre de 1923, siendo gobernador Alejo Bay, se promulgó la Ley N.º 27, que obligaba la creación de barrios chinos en todos los municipios del Estado con el fin de que las personas originarias de ese país dejaran de convivir con los sonorenses y prohibía el establecimiento de cualquier negocio por individuos de origen o nacionalidad china fuera del barrio de su concentración.

La propuesta de la Ley N.º 27 presentada por el diputado Alejandro C. Villaseñor en su exposición de motivos expresaba:

“Estando diseminados dentro de las poblaciones del estado no es posible evitar la propagación de enfermedades (…) toda vez que la venta de pan, carne y otros artículos de primera necesidad es efectuada por ellos.

Estos pulpos absorbentes no se conforman con arruinar al grande y al pequeño comercio e industria de los hombres, sino que hasta las labores más humildes que antes eran el único patrimonio o recurso para conseguir el sustento de las pobres obreras lo han absorbido. La degeneración de la raza es un problema en la costa occidental, pues hay cientos y quizás miles de niños de ojos atravesados”.

El sábado 22 de diciembre de 1923 se promulgó la Ley N.º 31 que prohibía el matrimonio de mexicanas con individuos chinos, que en solo dos artículos decía:

Artículo primero:

Se prohíbe el matrimonio de mexicanas con individuos de raza china, aunque ostenten carta de naturalización mexicana.

Artículo segundo:

La vida marital o unión ilícita entre chinos será castigada con multa de $100 a $1,000 previa justificación del hecho por los medios que establece el derecho común y será aplicada por las autoridades municipales del lugar donde se cometa la infracción.

La propuesta de Ley N.º 31 entregada por el diputado Jesús G. Lizárraga contaba con la siguiente exposición de motivos:

El cruzamiento de nuestras mujeres con los enfermizos descendientes de Confucio influye notablemente en el decaimiento y degeneración de nuestra especie imponiéndose por tal motivo la necesidad de restringir un mal que de acrecentarse nos acarrearía fatales consecuencias.

La Ley N.º 27 dio pie a que fueran expulsados algunos chinos y además tuvieran afectaciones económicas ya que si no liquidaban sus negocios se los confiscaban.

La Ley N.º 27 fue derogada al año siguiente luego de que el cónsul de China en Sonora y Sinaloa, que vivía en Nogales, solicitara su cancelación y se dictara un acuerdo económico.

La Ley N.º 31 estuvo vigente hasta 1932, año en el que hubo deportaciones masivas. Algunos chinos se fueron, otros se escondieron y a otros los asesinaron, y derivó a que se expulsara de Sonora más de 55 000 chinos, entre ellos 500 familias.

En los Estados del Norte hubo varias modificaciones en sus Códigos Sanitarios lo que provocó que varios migrantes fueran deportados o desplazados a otras partes de la República Mexicana.

El 20 de abril de 1929, bajo el argumento de que la crisis económica mundial había dejado sin empleo a cientos de mexicanos, el presidente Emilio Portes Gil emitió un acuerdo que, en apego a lo que estipulaba el artículo 65 de la Ley de Migración de 1926, buscó impedir la inmigración de trabajadores extranjeros. Dicha medida, que también se acompañó de la imposición de multas a quienes contrataran o transportaran a extranjeros que pretendieran emplearse en el país temporal o definitivamente en "trabajos corporales mediante salario o jornal", se sumó a otras disposiciones gubernamentales que pretendían obstaculizar el desarrollo o la internación de algunos extranjeros que no eran bien vistos por las autoridades y algunos sectores de la sociedad mexicana de la época, como fue el caso de los chinos.

La campaña contra la migración china continuaría por algún tiempo hasta que fue expulsado del país el expresidente Plutarco Elías Calles y su hijo Rodolfo fuera sacado del Estado por el presidente Lázaro Cárdenas para nombrarlo secretario de Comunicaciones y Obras Públicas

en 1934.

Al final de la campaña se deportó a los chinos y las mujeres que habían perdido su nacionalidad mexicana al casarse con ellos, tuvieron que seguir a sus esposos porque social y políticamente ya estaban excluidas.




Imagen: Mazatlán Interactivo.(2022). Comunidades Chinas en Sinaloa (parte3) Chinos: Grandes Empresarios y Empresas… La Familia Ley. https://www.google.com/amp/s/mazatlaninteractivo.com.mx/2022/07/comunidades-chinas-en-sinaloa-parte-3-chinos-grandes-empresarios-y-empresas-la-familia-ley/%3famp=1


Salazar A. (2024).La caza de los chinos en la posrevolución.https://relatosehistorias.mx/nuestras-historias/la-caza-de-chinos-en-la-posrevolucion

Lagarda, I. (11,octubre,2023). La persecución de los Chinos en Sonora. https://proyectopuente.com.mx/2023/10/11/la-persecucion-de-los-chinos-en-sonora/


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